Las autoridades informan que se están evaluando los daños tras un terremoto de magnitud 6.8 que golpeó el este de Cuba.

Un fuerte terremoto ha afectado el este de Cuba, sumando más problemas a un país que ya sufre las secuelas de recientes tormentas y apagones.

El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) reportó el domingo que un sismo de magnitud 6.8 ocurrió a unos 40 km al sur de la localidad de Bartolomé Masó. Hasta el momento, no se han reportado muertos ni heridos.

“Se han producido deslizamientos de tierra, daños en viviendas y en líneas eléctricas”, dijo el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, en una publicación en redes sociales, agregando que las zonas de Santiago de Cuba y Granma fueron las más afectadas.

“Estamos comenzando a evaluar los daños para iniciar la recuperación. Lo primero y más importante es salvar vidas,” afirmó.

Residentes en las provincias afectadas comentaron que el terremoto fue uno de los más intensos que han sentido, lo cual es significativo en una región que, según el USGS, ha experimentado 23 terremotos de magnitud 5 o superior en los últimos 50 años.

“Hemos sentido temblores en el pasado, pero nada como esto,” dijo Griselda Fernández, residente de Santiago, a la agencia de noticias Reuters.

Otros habitantes de Santiago, la segunda ciudad más grande de Cuba, informaron que el temblor hizo vibrar los edificios y que muchos todavía se mantenían nerviosos en sus puertas.

“Tenías que ver cómo todo se movía, las paredes, todo,” comentó Yolanda Tabio, de 76 años, a la agencia de noticias Associated Press.

Muchas casas y edificios en la región son antiguos y están vulnerables a los daños por terremotos.

Los medios estatales publicaron imágenes de techos de tejas y fachadas de casas de bloques de concreto que colapsaron con el temblor. También se mostraron daños estructurales en techos, paredes, ventanas, columnas e infraestructura pública.

El USGS informó que países cercanos, como Jamaica, también sintieron algunos efectos.

Este temblor es el último de una serie de desastres naturales que han agravado los problemas de infraestructura en Cuba, donde una gran parte de la población enfrenta también inseguridad económica.

En octubre, el huracán Óscar trajo lluvias intensas y apagones generalizados a la isla, dejando al menos seis muertos tras su impacto en el este de Cuba.

Otra tormenta, el huracán Rafael, dejó sin electricidad a al menos 10 millones de personas después de golpear la parte oriental de la isla la semana pasada.

Esta tormenta derribó árboles y postes telefónicos. Cientos de edificios fueron destruidos y cientos de miles de personas quedaron desplazadas.