El Ayuntamiento de Murcia ha centralizado el control de las imágenes captadas por los 600 dispositivos distribuidos en el municipio en el nuevo Centro Integral de Videovigilancia de la Policía Local.
Se han solicitado alrededor de veinte cámaras de videovigilancia en distintos puntos del municipio, distribuidas entre la ciudad y diversas pedanías. Entre las solicitudes, destacan las realizadas por vecinos y comerciantes de Santa Eulalia, quienes podrían ver instaladas cámaras en la Plaza Pintor José María Falgas. El concejal de Seguridad Ciudadana y Emergencias, Fulgencio Perona, ha confirmado el compromiso con esta instalación, asegurando que estas serán “las próximas en colocarse”.
Sin embargo, Perona condiciona la instalación de estos nuevos dispositivos a varios factores: primero, la evaluación técnica para determinar las zonas prioritarias; luego, la disponibilidad presupuestaria; y finalmente, la autorización correspondiente de la Delegación del Gobierno, trámite que aún está pendiente. Estas nuevas cámaras se integrarían en una red municipal que ya cuenta con 600 dispositivos distribuidos en distintas ubicaciones. Actualmente, 199 se encuentran en comisarías o instalaciones municipales, 30 en jardines urbanos, 16 en áreas verdes de distritos, 7 en carriles bici, 52 en el barrio del Carmen, 125 en la infraestructura del tranvía y 84 en la gestión del tráfico.
Además, a partir de ahora, las imágenes de estas cámaras serán recibidas y monitoreadas en el nuevo Centro Integral de Videovigilancia de la Policía Local, ubicado en la comisaría central del barrio Infante. «Este recurso, con una inversión de más de 65,000 euros, representa un avance significativo en la capacidad de nuestra Fuerza para responder más rápido y de manera efectiva a emergencias, mejorando así la seguridad en áreas estratégicas del municipio», explicó el concejal.
El edil destacó que estas imágenes de CCTV –televisión de circuito cerrado– no solo servirán como disuasión ante posibles delitos o infracciones administrativas, sino que también tendrán valor probatorio, siendo claves en la gestión de intervenciones y en la realización de detenciones. Para ello, uno o dos agentes, en turnos de mañana y tarde –aunque el servicio aún está en proceso de definición–, supervisarán las grabaciones de manera continua. Las imágenes se conservarán durante un mes. Durante las noches y en momentos específicos en que no haya agentes presentes, el control se llevará a cabo desde el centro 092.