Este domingo, la magia llegó a Madrid y la Horta Sud gracias a la esperada llegada de los Reyes Magos, que deleitaron a miles de niños y familias en unas cabalgatas inolvidables. Desde la capital hasta las localidades afectadas por la DANA, los tres Reyes y sus pajes llevaron risas, regalos y, sobre todo, ilusión.

Un desfile fascinante en Madrid

La cabalgata de los Reyes Magos en Madrid fue, sin duda, uno de los eventos más esperados del año. Comenzó a las 5:55 de la tarde, justo cuando el cielo se despejó, haciendo temer que la lluvia podría estropear la fiesta. Afortunadamente, el clima se mantuvo a raya y más de 10,500 espectadores se reunieron para disfrutar del desfile. Con más de 2,500 participantes, se distribuyeron alrededor de 2,400 kilos de caramelos, asegurando que cada niño se llevase un poco de dulzura a casa.

Seguridad ante todo

La celebración fue extremadamente segura, con 400 agentes de la Policía Municipal cuidando cada detalle del recorrido y asegurando que todos los asistentes pudieran disfrutar tranquilamente del evento. La vicealcaldesa, Inma Sanz, se mostró muy satisfecha con la jornada, que transcurrió sin incidentes meteorológicos que pudieran alterar los planes de la cabalgata. Durante el desfile, los Reyes Magos también enviaron un importante mensaje de esperanza y solidaridad hacia los niños afectados por las recientes inundaciones en Valencia.

Un acto conmovedor en la Horta Sud

Mientras tanto, en la Horta Sud de Valencia, los Reyes Magos también tuvieron su momento especial. Organizada con el apoyo del Consejo de Cámaras de Comercio y la Generalitat Valenciana, esta cabalgata fue adaptada especialmente para llevar alegría a los niños de las zonas más afectadas por la DANA. A lo largo de las localidades como Llocnou de la Corona, Albal y Sedaví, se repartieron regalos que incluían turrones, chocolatinas y caramelos, asegurando que la magia de la festividad llegara hasta los rincones más necesitados.

La participación de los militares

Un aspecto muy conmovedor de la cabalgata en Valencia fue la participación de los militares locales, quienes colaboraron con la distribución de los regalos. Esto no solo mostró un fuerte sentido de comunidad, sino que también reforzó el apoyo hacia aquellos que enfrentan los desafíos que dejaron las recientes inundaciones. Además, se recogieron cartas escritas por los niños, y se anunció que habría una visita a otras pedanías valencianas para el Día de Reyes.

Las tradiciones se mantienen vivas

Estos eventos no solo son signos de alegría y celebración, sino que también son una manera de mantener vivas las tradiciones que nos unen, especialmente en tiempos difíciles. Unas cabalgatas tan emotivas como estas nos recuerdan la importancia de compartir, reír y, sobre todo, la esperanza de un futuro mejor. Los Reyes Magos y sus pajes demostraron que pueden iluminar la noche con su pura alegría y desinterés, llevando sonrisas a todos los rincones.