El Reino Unido y la Unión Europea han prometido conjuntamente avanzar en su “agenda de cooperación fortalecida a buen ritmo”, con una cumbre de líderes para restablecer las relaciones que se espera tenga lugar a principios del próximo año.
En una declaración conjunta, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el primer ministro británico, Keir Starmer, anunciaron que comenzarán a definir “las áreas en las que una cooperación fortalecida sería mutuamente beneficiosa”, destacando la economía, energía, seguridad y resiliencia como prioridades.
A pesar del tono positivo, Starmer evitó hablar sobre cómo veía el fortalecimiento de las relaciones entre la UE y el Reino Unido en el futuro, insistiendo en que ambas partes aún se encuentran en los primeros días de este nuevo enfoque.
Sin embargo, subrayó la intención del gobierno británico de mejorar las relaciones para lograr resultados prácticos.
Esta visita tenía como objetivo trazar un “retorno al pragmatismo y a hacer negocios de manera respetuosa, centrándose en resultados concretos”, dijo a los periodistas después de la reunión.
Starmer reconoció que las conversaciones podrían ser difíciles, pero aseguró que reconstruir las relaciones con Bruselas, en lugar de “acudir al micrófono más cercano”, era la mejor opción.
“Mira, claro que habrá desafíos en el camino, pero esto fue un paso de buena fe hacia resultados constructivos que creo son alcanzables”, explicó.
‘Más allá del Brexit’
La reunión del miércoles fue el primer encuentro formal de Starmer con von der Leyen desde su elección el pasado julio. También se reunió con el presidente saliente del Consejo Europeo, Charles Michel, y la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola.
Este movimiento tiene una gran importancia simbólica en los esfuerzos por restaurar la relación entre ambas partes, ocho años después de que el Reino Unido votara para salir del bloque y cuatro años después de su salida formal de las estructuras políticas y económicas de la UE.
Con la guerra en Ucrania y en el Medio Oriente, se considera que la cooperación más estrecha en seguridad y defensa, que abarcaría áreas como los materiales críticos, la energía y la migración, está siendo estudiada.
Desde que asumió el cargo en julio, Starmer también ha prometido reducir las barreras comerciales con la UE, después de que la salida del Reino Unido del mercado único de la UE afectara gravemente a los comerciantes y negocios británicos.
Antes de la reunión, von der Leyen afirmó: “Nuestra alineación en asuntos globales proporciona una buena base para nuestras relaciones bilaterales, y tenemos un conjunto de acuerdos sólidos.”
“Deberíamos explorar el alcance de una mayor cooperación mientras nos centramos en la implementación plena y fiel del acuerdo de retirada, el marco de Windsor y el TCA”, añadió von der Leyen, señalando que la UE exigirá que el Reino Unido cumpla con todas sus obligaciones posteriores al Brexit antes de mejorar sus condiciones comerciales con el bloque.
El gobierno del Reino Unido, por su parte, dijo que deseaba “superar el Brexit” con una mejor cooperación con el bloque europeo.
“Creo firmemente que el público británico quiere volver a un liderazgo pragmático y sensato cuando se trata de tratar con nuestros vecinos más cercanos”, dijo Starmer.
“Para hacer que el Brexit funcione y cumplir con sus intereses, para encontrar formas de impulsar el crecimiento económico, fortalecer nuestra seguridad y abordar los desafíos compartidos como la migración irregular y el cambio climático”, añadió.
Pero Starmer también ha dejado claras sus líneas rojas, descartando cualquier retorno al mercado único, la unión aduanera o la libertad de movimiento como parte de la renegociación de la relación. Una postura que reiteró en su conferencia de prensa posterior a la reunión.
“No habrá retorno a la libertad de movimiento, no habrá retorno a la unión aduanera, no habrá retorno al mercado único, pero encontraremos formas constructivas de trabajar juntos y cumplir con el pueblo británico”, afirmó.
Sin ‘elección selectiva’
Aunque en Bruselas hay interés en colaborar, especialmente en los esfuerzos comunes para abordar la migración irregular y mejorar la cooperación en seguridad, es poco probable que la UE ceda a las demandas de Starmer sin obtener concesiones.
En abril, la Comisión Europea presentó una propuesta para un acuerdo de movilidad juvenil, que restauraría la capacidad de los jóvenes británicos y europeos para viajar, trabajar y estudiar libremente en ambos lados.
Sin embargo, este acuerdo sería difícil de aceptar para gran parte del electorado pro-Brexit del Reino Unido, lo que ha llevado a Starmer a descartarlo repetidamente tanto durante como después de su campaña electoral. Su ministra del Interior, Yvette Cooper, dijo en una entrevista la semana pasada que la UE ve este acuerdo “en el contexto de la libre circulación”, reafirmando la negativa del Reino Unido a permitir la libertad de movimiento en sus fronteras.