La República Checa ha bloqueado una declaración conjunta de la Unión Europea que pedía un “alto el fuego inmediato” entre Israel y Hezbolá, y condenaba el número de civiles muertos en el Líbano. Esto ha impedido que el bloque emitiera una respuesta unificada a los últimos acontecimientos en Oriente Medio.
La República Checa, junto con Hungría y Austria, son considerados los mayores defensores de Israel en Europa y, en los últimos meses, han presionado para suavizar las acciones colectivas que consideran demasiado críticas hacia Israel.
“(Nosotros) podríamos apoyar el texto con dos propuestas de modificaciones que se presentaron, pero otros estados miembros no pudieron aceptarlas”, dijo un portavoz checo.
“Primero, abogamos por añadir al texto la necesidad de que Hezbolá se retire de la frontera israelí. En segundo lugar, el texto era demasiado restrictivo en cuanto al derecho de Israel a defenderse”.
La falta de unanimidad obligó al jefe de política exterior de la UE, Josep Borrell, a emitir una declaración por su cuenta, como ha hecho en otros casos de desacuerdo interno.
“Lamentamos las numerosas víctimas civiles en el Líbano, la destrucción de infraestructuras civiles con implicaciones a largo plazo, y el alto número de personas desplazadas internamente en ambos lados. Una vez más, instamos al respeto del Derecho Internacional Humanitario en todas las circunstancias”, dijo Borrell el martes por la tarde.
“Las armas deben silenciarse ahora y la voz de la diplomacia debe hablar y ser escuchada por todos”, añadió.
Borrell había mencionado la posibilidad de una declaración conjunta tras celebrar una reunión extraordinaria de ministros de Asuntos Exteriores el lunes por la noche, que tuvo lugar pocas horas antes de que las Fuerzas de Defensa de Israel invadieran partes del sur del Líbano.
Esta es la primera campaña territorial de Israel en el Líbano desde la guerra de 2006.
La invasión, lanzada en respuesta al intenso fuego transfronterizo de Hezbolá en solidaridad con Hamás, intensifica aún más la crisis militar en Oriente Medio y acerca a la región a una guerra total que los aliados occidentales han temido durante mucho tiempo.
Pero, a pesar de la preocupación compartida por el conflicto en espiral, la lucha tras bambalinas en Bruselas para publicar la declaración conjunta pone de manifiesto los desacuerdos persistentes entre los estados miembros a la hora de abordar el tema de Israel. Esto ha sido evidente tanto en privado como en público desde el ataque de Hamás el 7 de octubre.
El texto fue publicado casi 24 horas después de la reunión de ministros de Asuntos Exteriores.
En él, Borrell hace un llamado a un “alto el fuego inmediato” entre las partes en conflicto y pide la “implementación total y simétrica” de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU aprobada en 2006, que pedía el fin de las hostilidades, la retirada de las tropas israelíes del sur del Líbano y el desarme de Hezbolá.
“La soberanía tanto de Israel como del Líbano debe ser garantizada.** Cualquier intervención militar adicional agravaría dramáticamente la situación”, escribe el Alto Representante.
Minutos después de que se confirmara el bloqueo, el ejército israelí anunció que Irán había lanzado un ataque con misiles contra el país.