Gladys Marín Millie nació el 16 de julio de 1938 en la región del Maule. Fue docente, feminista, política chilena, presidenta y secretaria general del Partido Comunista, convirtiéndose en la primera mujer en el mundo en ocupar este último cargo. También fue electa diputada durante los períodos 1965-1969, 1969-1973, y reelegida en 1973. Trabajó incansablemente por los derechos humanos en Chile durante y después de la dictadura y buscó hacer justicia por las violaciones cometidas.
Era hija de Heraclio Marín, agricultor, y Adriana Millie, maestra de escuela primaria. Sin embargo, a temprana edad su padre los abandonó, obligándolos a subsistir sin su apoyo económico junto con su madre y sus tres hermanas.
Obtuvo su título de maestra primaria con especialización en Educación Diferencial en 1957 luego de recibir una beca para asistir a la Escuela Normal N° 2 de Santiago. Su carrera comenzó en la Escuela No. 130, donde sus experiencias en la enseñanza, su historia de vida y sus encuentros con las disparidades de clases dieron forma a su perspectiva política.
Desde pequeña, Gladys demostró una profunda preocupación por los problemas sociales y un deseo de ayudar a los sectores más desfavorecidos de la sociedad. Durante su adolescencia participó en varios movimientos juveniles cristianos.
En 1965, decidió dejar la docencia para dedicarse plenamente al activismo político, apoyando finalmente la candidatura presidencial de Allende. Sin embargo, tras el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, se convirtió en una de las personas más buscadas de Chile, lo que la llevó a vivir en la clandestinidad durante un largo período.
Tras pasar 8 meses escondida en la Embajada de Holanda, en 1974 se le concedió permiso para exiliarse, dejando atrás a sus dos hijos y a su marido, Jorge Muñoz, que posteriormente fue detenido y desaparecido por la DINA.
Gladys se mantuvo firme en su lucha contra la dictadura, abogando incansablemente por la justicia y denunciando las atrocidades que ocurren en el país. En 1978, regresó clandestinamente a Chile, encabezando los esfuerzos para reorganizar los movimientos políticos de izquierda.
Tras una vida de activismo, falleció el 8 de marzo de 2005, a la edad de 66 años, tras luchar contra una grave enfermedad.