Multiópticas, una de las cooperativas más reconocidas en el sector óptico, ha anunciado con tristeza el fallecimiento de su presidente, Carlos Piñeiro Franco, a la edad de 58 años. Su partida, que tuvo lugar el 4 de enero en A Coruña, ha dejado una profunda connotación en la industria óptica y un legado que se recordará por décadas. Piñeiro, miembro fundamental de la familia fundadora de Multiópticas Americana, asumió la presidencia de la empresa en 2016 y desde entonces, impulsó muchos cambios significativos. Su gran visión y liderazgo transformaron no solo la imagen de la empresa sino también su conexión con la comunidad.

Un legado empresarial que marcó una era

Durante su tiempo en Multiópticas, Carlos Piñeiro se destacó por su enfoque en la modernización de la cooperativa. Bajo su dirección, la empresa actualizó su imagen corporativa y lanzó la marca propia “Mó”, que ha sido muy bien recibida entre los clientes. Su pasión por la innovación se extendió a la mejora de la estructura organizativa de la empresa, que ahora cuenta con más de 600 ópticas en toda España. Este cambio no fue solo estético; Piñeiro trabajó arduamente para hacer de Multiópticas un referente competitivo en el mercado óptico, creando un modelo de negocio centrado en la rentabilidad y el impacto social.

Compromiso social y solidaridad

La Fundación Multiópticas fue otro de los pilares de su presidencia. Carlos Piñeiro fortaleció esta entidad para que impulsara proyectos sociales y de salud visual. Esto muestra su profunda preocupación y compromiso con el bienestar de la comunidad donde la empresa opera. Multiópticas ha sido un modelo de cómo una empresa puede equilibrar el éxito económico con la responsabilidad social. Al enfocarse en la salud visual, Piñeiro no solo mejoró su negocio, sino que también brindó un servicio vital a cientos de personas, asegurando que todos tuvieran acceso a la atención visual adecuada.

Una serie de transformaciones estratégicas

El legado de Piñeiro también está marcado por la introducción de tecnologías avanzadas en la operación de la empresa. Su liderazgo fomentó la evolución de Multiópticas hacia un modelo empresarial más moderno y competitivo. Esto no solo benefició a las ópticas asociadas, sino que también mejoró la experiencia de compra para los clientes, quienes pudieron disfrutar de servicios innovadores y de calidad. Además, sus esfuerzos sentaron las bases para el plan de expansión internacional de la cooperativa, algo que era una aspiración desde hacía tiempo.

El impacto en la comunidad y el sector empresarial

La noticia de su fallecimiento ha generado numerosas reacciones en el ámbito empresarial y en la sociedad en general. Muchas personas, colegas y amigos han expresado su tristeza y han compartido recuerdos sobre el impacto positivo que tuvo en sus vidas y en la comunidad. La empresa ha destacado su integridad, humanidad y profesionalidad, cualidades que lo hicieron no solo un buen líder, sino también una persona querida por todos los que lo conocieron.

Un adiós significativo

El 4 de enero, el velatorio de Carlos Piñeiro se realizó en el tanatorio Servisa, donde numerosos seguidores y miembros de la comunidad se dieron cita para rendir homenaje a su vida y logros. La misa en su memoria tuvo lugar al día siguiente, y se efectuó un funeral el 7 de enero en la iglesia de San Jorge, marcando un momento emotivo para todos aquellos que compartieron su pasión por la óptica y su deseo de hacer del mundo un lugar mejor a través de su trabajo en Multiópticas.