El mal tiempo golpeó un barco de Royal Caribbean Cruises cerca de España el jueves por la noche, causando daños a bordo y obligando al barco a hacer una parada no prevista para que un pasajero pudiera desembarcar por motivos médicos.
El crucero Explorer of the Seas viajaba de Barcelona, España, a Miami, Florida, según CruiseMapper, un sitio web que muestra las rutas y posiciones de cruceros.
La nave se encontraba cerca de Tenerife, la isla más grande de las Islas Canarias, cuando fue impactada por una “ráfaga de viento inesperada”, según un comunicado de Royal Caribbean Cruises.
El viento causó un “movimiento repentino” en el barco, explicó la línea de cruceros.
El pasajero Jonathan Parrish contó a CBS News que estaba sentado en el teatro del barco para ver un espectáculo cuando sintió que el barco hizo un “giro brusco a la derecha” seguido de un segundo giro, “aún más intenso”. El espectáculo se detuvo y los pasajeros salieron del teatro, donde encontraron un desorden en una de las áreas comunes principales del barco.
“Todos caminaban un poco, sorprendidos al ver las botellas del bar que se habían caído,” dijo Parrish. “Todo el merchandising que se podía comprar en el Royal Promenade estaba disperso por el suelo.”
Parrish comentó que el capitán informó que los vientos habían pasado de 46 a 86 millas por hora.
“Creo que hubo unos cinco minutos en los que todos nos preguntábamos qué estaba pasando, pero en cuanto el capitán hizo el anuncio de lo ocurrido, eso nos dio una sensación de tranquilidad,” explicó Parrish, agregando que se sintió en “las mejores manos posibles”.
Los pasajeros fueron solicitados a regresar a sus camarotes para realizar un chequeo de seguridad, el cual, según Parrish, duró aproximadamente una hora.
La línea de cruceros informó que un pasajero resultó herido y “requiere atención médica adicional.” La nave hará una parada en Las Palmas, España, para que el pasajero reciba la atención necesaria. Royal Caribbean no dio más detalles sobre la condición de esta persona.
El Explorer of the Seas es una embarcación de 1,020 pies de largo que puede albergar hasta 4,290 pasajeros y 1,185 miembros de tripulación, según un informe de Royal Caribbean Cruises. Cuenta con una pista de patinaje sobre hielo, un campo de mini golf y una pared de escalada en sus quince cubiertas para pasajeros. Está registrado en las Bahamas y ha estado en servicio desde el año 2000.