Carlos Tavares, director ejecutivo de Stellantis, presentó su renuncia de forma inesperada este domingo, apenas dos meses después de que la compañía advirtiera sobre pérdidas debido a la débil demanda en el mercado estadounidense. Esta decisión, abrupta y con un impacto significativo en las acciones de la cuarta automotriz más grande del mundo, marca un punto de inflexión para la empresa.
Aceptación inmediata de la renuncia
En un comunicado oficial, Stellantis informó que su junta directiva, encabezada por el presidente John Elkann, aceptó la renuncia de Tavares “con efecto inmediato”. Elkann asumirá un papel clave en un comité ejecutivo interino encargado de dirigir las operaciones regionales, mientras se lleva a cabo la búsqueda de un nuevo CEO, proceso que se espera concluir a mediados de 2025.
Crisis de ventas y salidas recientes
Los problemas comenzaron cuando Stellantis anunció en septiembre una previsión de pérdidas debido a la caída de las ventas, seguida poco después por la salida en octubre del CEO Pierre Bernardin, un ejecutivo reconocido en el sector automotriz. La empresa pronosticó que podría enfrentar pérdidas de hasta 10.000 millones de euros (10.600 millones de dólares) en 2024, impulsadas por inventarios excesivos y una menor demanda en América del Norte, su principal mercado.
En los EE. UU., los concesionarios expresaron su frustración por el exceso de inventario y las bajas ventas de modelos clave como el Jeep Wagoneer y la Ram 1500. Las ventas de Stellantis en el mercado estadounidense cayeron un 17% durante el tercer trimestre de 2023, rezagándose frente a competidores como General Motors y Ford, que mostraron signos de recuperación.
Conflictos internos en la gestión de Tavares
Según informes, el estilo de liderazgo de Tavares también generó preocupaciones en la junta directiva. Se le acusó de priorizar soluciones a corto plazo sobre estrategias a largo plazo, lo que, según algunos, tenía como objetivo proteger su reputación personal. Analistas sugieren que su salida está vinculada a desacuerdos profundos con la junta, lo que hizo insostenible su continuidad.
Reacciones y críticas al liderazgo de Tavares
John Elkann, presidente de Stellantis, agradeció a Tavares por su papel clave en la fusión que dio origen a Stellantis en 2021, tras la unión de Fiat Chrysler y PSA. Sin embargo, no se emitieron comentarios públicos de otros accionistas relevantes, como la familia Peugeot o el gobierno francés.
Por otro lado, líderes sindicales expresaron duras críticas. El presidente de la UAW (United Auto Workers), Shawn Fain, acusó a Tavares de dejar “un caos de despidos y vehículos sobrevalorados acumulados en los lotes de los concesionarios”. Además, señaló que su liderazgo no cumplió con las obligaciones contractuales hacia los trabajadores.
Un futuro incierto y una oportunidad para el cambio
La salida de Tavares deja a Stellantis en una situación complicada, enfrentando una presión inmensa para estabilizar sus operaciones y recuperar la confianza en su mercado norteamericano. No obstante, analistas ven esta transición como una oportunidad para introducir “nuevas ideas y fuerzas renovadas” en la compañía, en un momento crucial para su recuperación.
Stellantis, ahora sin un líder claro, deberá enfocarse en redefinir su estrategia para superar los desafíos actuales y adaptarse a un mercado automotriz en constante cambio.