BSH ha comunicado a los representantes legales de los trabajadores de la planta navarra en Esquíroz su intención de iniciar el proceso de cierre de esta fábrica, dedicada a la fabricación de frigoríficos y lavavajillas compactos, considerando que, según explican en un comunicado, “ha dejado de ser competitiva”.

Razones detrás del cierre

En el comunicado, al que elEconomista.es ha tenido acceso, BSH señala que “dada la difícil situación en la que se encuentra el mercado, y tras un periodo de reflexión y análisis exhaustivo”, se ha decidido “iniciar el proceso de cierre de la planta de fabricación de frigoríficos y lavavajillas compactos en Esquíroz, siguiendo los requisitos legales y las consultas correspondientes con los representantes legales de los trabajadores”.

La empresa afirma que, a pesar de las numerosas medidas de mejora implementadas, no ha sido posible hacer la planta eficiente, y, de hecho, “ha dejado de ser competitiva”.

Proceso de consulta y riesgos laborales

BSH ha anunciado que se abrirá un proceso de consulta que durará hasta junio, con el objetivo de mantener un “diálogo con todos los interlocutores y, en particular, con los representantes legales de los trabajadores”, periodo durante el cual la empresa continuará con su producción.

Esta decisión “implica la posible extinción de alrededor de 655 contratos”, según han indicado fuentes sindicales a EFE, quienes señalaron que los trabajadores no esperaban esta medida y fueron informados de ella en las primeras horas de este lunes. Al mediodía se convocó una reunión para analizar la situación.

Un giro inesperado en la gestión

Esta medida anunciada por BSH llega justo un año después de que Fernando Gil, director general de BSH en España, descartara la reubicación de la producción por razones económicas, asegurando que esa etapa “va a terminar”.

En una entrevista publicada a finales de octubre de 2023 por elEconomista.es, Gil afirmó que “la idea de reubicar y trasladar fábricas a lugares donde los salarios son más bajos va a terminar”. En la conversación con el periódico, destacó a España como el lugar donde se encuentra “la única fábrica de inducción de BSH en el mundo (la de Montañana, en Zaragoza)”.

Reacciones del Gobierno de Navarra

La presidenta de Navarra, María Chivite, ha expresado su sorpresa ante el anuncio “inesperado” del cierre, que le fue comunicado por carta este lunes. En su respuesta, Chivite subrayó que en este momento su “prioridad” y su “mayor preocupación” son los 660 trabajadores afectados.

En declaraciones a los medios recogidas por EFE, Chivite insistió en que se trataba de una medida “inesperada” y mencionó que esta mañana le fue enviada una carta al respecto, dirigida también al Ministro de Industria y Transición Ecológica y Digital, Mikel Irujo.

“Esto no suele ser lo habitual en las relaciones del Gobierno con las empresas, que son habituales, diarias y continuas, en las que, cuando han tenido dificultades, han sabido recurrir al Gobierno, y este no ha sido el caso”, afirmó la presidenta.

Chivite también precisó que, a través de reuniones con el comité de empresa y con la dirección de la planta, “eran conscientes de las preocupaciones en la planta”, y añadió que intentaron contactar con la dirección en Alemania a través de diversas cartas, pero no recibieron “en ningún momento respuesta”.