Salah brilla, pero Schär roba el espectáculo al final

Con una sonrisa dibujándose lentamente en su rostro, Mohamed Salah besó el escudo de su camiseta roja empapada por la lluvia. Su segundo gol de la noche, y el noveno en siete partidos de la Premier League, no solo reafirmó la candidatura de Liverpool al título, sino que fortaleció el argumento para que el club le ofrezca una extensión de contrato a uno de los mejores delanteros del momento.

Sin embargo, Salah no fue el único protagonista de esta épica noche. Un gol tardío de Fabian Schär aseguró que uno de los partidos más emocionantes de la temporada —y posiblemente de la década— terminara en empate, rompiendo la racha ganadora del líder de la liga, dirigido por Arne Slot.

Gran parte de este emocionante desenlace se debió al brillante rendimiento de Alexander Isak, delantero estrella del Newcastle. Durante gran parte del encuentro, el sueco eclipsó incluso a Salah, marcando un magnífico gol de apertura y contribuyendo en la jugada del segundo tanto de su equipo.

Un inicio intenso por parte del Newcastle

Newcastle comenzó el partido con la intensidad que caracteriza a los equipos de Eddie Howe. Desde los primeros minutos, parecía que el mantra del técnico —“la intensidad es nuestra identidad”— resonaba en cada jugada. Mientras Liverpool luchaba por encontrar su habitual fluidez, el portero suplente Caoimhin Kelleher se vio obligado a intervenir pronto, salvando un disparo de Sandro Tonali tras un gran centro de Anthony Gordon por la banda izquierda.

Después de una derrota decepcionante ante West Ham y un empate poco inspirador contra Crystal Palace, Newcastle necesitaba un buen rendimiento. Y lo consiguió, especialmente frente a un rival de alto calibre como Liverpool.

Isak lidera el ataque y pone en problemas a Liverpool

La primera mitad mostró a un Alexander Isak en su mejor versión. El delantero sueco aprovechó un pase perfecto de Bruno Guimarães, giró hábilmente frente a Virgil van Dijk y lanzó un disparo imparable desde fuera del área que se coló en la esquina superior de la portería de Kelleher. Fue un gol de clase mundial, que dejó a la defensa de Liverpool completamente desorientada.

Kelleher, quien reemplazaba al lesionado Alisson, fue crucial para mantener a Liverpool en el partido. Aunque Gordon tuvo una gran oportunidad tras superar a Joe Gomez con facilidad, el portero irlandés estuvo a la altura, evitando que Newcastle ampliara su ventaja antes del descanso.

Salah responde con maestría

Aunque Newcastle estaba dominando, Salah demostró por qué es uno de los mejores del mundo. Apenas cinco minutos después de iniciado el segundo tiempo, aprovechó un balón largo, superó a Lewis Hall con un movimiento inteligente y asistió a Curtis Jones con un pase preciso de tres dedos. Jones no dudó y remató de primera para igualar el marcador.

Liverpool continuó presionando, y tanto Cody Gakpo como Darwin Núñez estuvieron cerca de anotar. Sin embargo, Newcastle no bajó los brazos, y una combinación entre Guimarães e Isak permitió que Gordon marcara el segundo gol del equipo local con un disparo preciso que Kelleher no pudo detener.

Un final lleno de drama

Cuando Isak anotó otro gol, que luego fue anulado por fuera de juego, Liverpool tomó nota del peligro y respondió rápidamente. Alexander-Arnold, recién ingresado al campo, volvió a mostrar su excelente conexión con Salah, quien remató con precisión para poner a Liverpool en ventaja.

Parecía que el partido estaba decidido, pero en los últimos minutos, Fabian Schär apareció para sorprender. Aprovechó un balón suelto tras un tiro libre y, gracias a un raro error de Kelleher, aseguró un merecido empate para Newcastle.