El portavoz de ERC apareció vestido con un conjunto de Adidas. “Después se cambió”. El video se hizo viral.
Gabriel Rufián (42 años), el portavoz de ERC, fue visto el martes llegando al Congreso de los Diputados con un chándal. Llevaba un trolley y caminaba junto a Mertxe Aizpurúa (64), portavoz de Bildu. Fue captado por una cámara de Periodista Digital. Su atuendo no parecía el de un vigilante de aparcamiento, sino una aproximación post-irónica al estilo callejero de los años 90.
En algunas zonas de Madrid, puedes encontrar conjuntos que incluyen elementos similares a los que llevaba Rufián. Desde los pantalones con botones a presión, la sudadera, las gafas de sol hasta las zapatillas. El look del político era, en realidad, un conjunto completo de Adidas que resultaba algo “boomer”. Más cercano al uniforme de quienes reservan los domingos para lavar el coche que al público que asiste a las discotecas de Malasaña.
Llevó este atuendo porque “es una persona normal que quiere pasar desapercibido”, explican fuentes cercanas a él sobre su elección de vestimenta. “Llegó al Congreso y se cambió”. El video no tardó en convertirse en meme. Desde la indignación de Vito Quiles o Bertrand Ndongo, quien escribió “Así llegó Gabriel Rufián al Congreso esta mañana. ¿Dejan ir a trabajar así?”, hasta la identificación sarcástica con el lenguaje estético de la música urbana. Los usuarios de Twitter comentaron que Rufián iba con todo al Congreso. Un amigo no entendía por qué la gente se vestía con chándal para pasar el día en el campo. “¿Es el campo menos?”, solía preguntar. Rufián parece hacerse la pregunta al revés: ¿Es el Congreso más? “Estas personas lo han sacado de contexto para hacer daño”, continúa la misma fuente. No había ninguna teoría estética detrás del atuendo, ni la mano de un estilista. Era la ropa cómoda de Rufián. “Venía de un vuelo”, añade su entorno. Como si los vuelos fueran menos importantes.
Rufián, quien este miércoles enumeró “las mentiras del Partido Popular” en el Congreso vestido con traje, camisa blanca y corbata azul celeste, es la última estrella de lo que se llamó la nueva política.
El pupilo de Oriol Junqueras, mientras protagoniza momentos que han restado pompa a las Cortes -como su debut viral al incorporar una impresora en un discurso o el uso de la cadencia de Eugenio en la tribuna- se ha integrado bien en la mecánica de Madrid.
De hecho, como publicó ABC, Miriam Nogueras, la portavoz de Junts, habría incorporado una cláusula anti-Rufián a los diputados de su grupo, a quienes presiona “para que no asistan a eventos ni tengan vida social en la capital”.
Existen múltiples leyendas sobre la adaptación de Rufián a la ciudad. El político independentista reinició su vida. Hace cuatro años pudo comprar una casa en Sabadell, donde vive con su segunda esposa, la periodista Marta Pagola, jefa de prensa del PNV, a quien conoció en el Congreso de los Diputados.