Contra todo pronóstico, Donald Trump logró no solo asegurar su presidencia, sino que también ayudó a los republicanos a recuperar el control del Senado.

Los resultados del martes mostraron el triunfo de los republicanos en importantes carreras del Senado, con victorias en Ohio y Virginia Occidental que reforzaron su posición. Ahora, el partido controla el Senado con una ajustada mayoría de 51-49, y podrían lograr más avances. Los candidatos respaldados por Trump, Bernie Moreno y Jim Justice, ganaron escaños clave en el Senado, mientras que los republicanos avanzaron en la Cámara de Representantes, lo que les permite influir en decisiones legislativas importantes.

“Hemos recuperado el control del Senado. ¡Es increíble! Y las carreras en Montana, Nevada, Texas, Ohio, Michigan, Wisconsin, la gran Commonwealth de Pensilvania,” dijo Trump.

“Fueron carreras difíciles. Y el número de victorias en el Senado fue absolutamente increíble. Hicimos mítines con cada uno de ellos. A veces hicimos dos o tres. Fue asombroso ver todas esas victorias,” añadió.

La Cámara de Representantes sigue en disputa, con varias carreras ajustadas desarrollándose en distritos clave. En Pensilvania, un bastión tradicionalmente demócrata, el Partido Republicano obtuvo un escaño crucial, y victorias similares en Carolina del Norte, gracias a nuevos distritos, han dejado el control muy incierto. Actualmente, los republicanos tienen una estrecha mayoría de 220-212, pero esto podría cambiar considerablemente según los resultados en distritos reñidos, especialmente en estados demócratas como Nueva York y California, donde el conteo de votos podría tomar varios días.

Las apuestas son altas: una Cámara controlada por los republicanos le daría a Trump el poder de nombrar jueces conservadores y de influir en políticas clave. Si Kamala Harris, la vicepresidenta demócrata, logra avanzar con su agenda, los republicanos en la Cámara podrían ser un fuerte contrapeso, bloqueando partes esenciales de sus reformas propuestas. Los analistas predicen un resultado ajustado y disputado que podría llevar a otro periodo de estancamiento legislativo, similar a los años pasados de enfrentamientos partidistas.